Capítulo 8 - El planeta no-musical


Tenían el objetivo muy decidido y nada podía desviarlos de su ruta si no fuera por decidir otra cosa antes de llegar, pero no fue así, más bien se dieron de narices con lo que vamos a llamar una incidencia, la palabra problema la dejaremos aparcada de momento, concretamente, nuestra protagonista se estampó de lleno contra el campo de gravedad de un planeta silencioso, una roca inaudible que irónicamente dibujaba una guitarra con su paisaje. Mientras discutían sobre qué podía ser aquello que no emitía sonido alguno, la chica caía y caía cada vez a más velocidad, a punto estuvo de dar con su cuerpo en el duro suelo cuando por fin tomaron el control y volando a ras cruzaron medio planeta, sus aguas, profundas y esteriles, no susurraban movimiento alguno en la orilla donde fueron a aterrizar, bastante mosqueados sobre qué podía ser aquel lugar.

2 comentarios:

  1. que guay, me ha recordado a crónicas marcianas de bradbury :)

    ResponderEliminar
  2. ¿Un planeta no musical? ¡¡Dios mío!! ¡¡¡han caido en el infierno!!!

    ResponderEliminar